¿Como empezaría Curtis S.A.?

Llega un momento en la existencia de todo hombre en que se pregunta si su vida ha tenido sentido. Aunque hay veces que se responde esa pregunta con otra más guay todavía: "y a que chorras viene todo esto?" Y es que el ser humano se pone filosófico cuando a nadie le interesa, o simplemente cuando la gente pasa del determinado sujeto, directamente.
Eso de ignorar a alguien debe molar, o algo así, y a veces seguro que se dan situaciones divertidas, porque quien no ha quedado humillado de joven con la típica situación de "oye nen que esos tazos que te encontraste en la mochila eran míos" " ee? perdona, es que pasaba de tí enano..." (posteriores carcajadas de los cabrones niño-sombra, nombre por el que se conoce a los chicos que rondan como una maldita mosca a los populares, y que solo poseen tres respuestas: "eres el mejor", "porqué no le atizas ya??!!", o "Dónde te compraste esa camiseta? necesito una igual para sobrevivir!"). Una situación cómica para el resto, pero jodidamente dura para el niño que lo sufre. Pero cómica al fin y al cabo.
A veces no ignoras porque sí, si no que ignoras por un problema de desconexión con el mundo real. No, no me refiero a Matrix. Me refiero a lunes, 8:40 de la mañana y el compañero de trabajo fardando del super fin de semana que ha tenido y explicando los chistes con los que se ha hecho el puto amo de la fiesta. Automáticamente se produce la autodesconexión de las neuronas del modo: "dios, otra vez el Oliváñez y sus chistes de tetas y culos. Esto no lo aguanta ni Hermida. Yo me marcho, tú te quedas ahí disimulando (mente al cuerpo)." LA desconexión es descomunal. Pero entonces es cuando se produce la situación trágica del ignorar, porque aparece el jefe diciendo "Señor Cifuentes, espero el informe a antes de mediodía o tendrá serios problemas para seguir cogiendo el ascensor en este edifício". Y tu "Si Oliváñez, es buenísimo, que no cese la fiesta..." Consecuencia? Pues que no entregas el informe y al día siguiente estas entrando en la gran lista de parados españoles y ves a Oliváñez con tu puesto y dos tías a su alrededor dentro de un Porsche. Moraleja de la historia: mata a tus compañeros graciosos, como si de enfermedades se tratasen te consumiran, irán a por tu puesto, a por tu mujer, y se reirán de tí con chistes que no harían reír ni al mismísimo Cuñao (que en paz descanse).
Pero no todo es malo, el ignorar a veces también te salva de situaciones que te llevarían al borde del abismo, del estilo de ésta conversación:
-Oye Lazarino, que es que debo decirte una cosa...anoche me acosté con tu mujer mientras tomabas unas cañas con tu vecino y veías el fútbol...
-Si si claro Abelardo, no me importa te lo dejo.
-Bien! venga nena, coge la maleta que nos vamos a tu apartamento de Marina d'Or Ciudad de Vacaciones, y nos lo paga el gilipollas de tu marido. Ya te dije que era capaz de contárselo...
-Ooooh, mi héeeroeeee (mujer del sujeto ignorador).
En la sociedad de hoy en día se tiende a ignorar a los grandes genios: Copérnico y su teoría de la tierra redonda (un momento,¿¿¿no he dicho hoy en día???), el inconfundible talento de Coyote Dax (o Dux) o Ana Obregón, que cual eclipse se les aparecen cada 120 años, o astros del deporte rey como Amunike (mítico el anuncio, el fútbol habría muerto sin su jugada), Wome, o Alfonso Perez Muñoz (ya nadie se acuerda de él? con el bien que ha hecho a España y al Betis!). No, no, sé lo que pensáis...y no, Prosinecki está muy visto (y su rodilla más).
Por esa razón mi primer título: ¿Cómo empezaría Curtis S.A.? Se que esta pregunta no tendrá respuesta, que se la ignorará, así que dejo mi última teoría al vuelo...